domingo, 23 de octubre de 2011

paipai



Los paipai son un pueblo amerindio que vive en el norte del estado de Baja California, México. Están emparentados con otras tribus de origen yumano que también habitan en la región. Aunque anteriormente se dedicaban a la pesca del abulon, la reducción de sus territorios y la declaración del delta del rió colorado como reserva de la biosfera han puesto fin a esta actividad. En la actualidad, la mayor parte de los paipai que permanecen en su territorio tradicional se dedican a la ganadería y a la explotación de los productos naturales que brinda la tierra. Producen artesanías de ixtle y otras fibras que obtienen de las especies vegetales de la región. Las nuevas generaciones suelen ser renuentes al uso de su lengua materna, el idioma paipai 

En las características económicas en este caso los hombres salen a trabajar en los ranchos aledaños. Las mujeres se dedican principalmente al corte de la guata, cuyos troncos venden como material para cercar terrenos. Otros elaboran cerámica.
En 1974 les fueron adjudicadas 2, 817 hectáreas de terreno para explotación colectiva. Hay en esa extensión pequeñas zonas cultivables, aunque sin agua, pues sólo un arroyo de temporal pasa por la comunidad.

Alfarería y cerámica
Con barro de la región rico en mica (un mineral) y pedazos de yuca como combustible, elaboran ollas, platos, pipas, sonajas, cazuelas, tinajas, botellones, cantimploras, cajetes, y jarras de uso doméstico. Las alfareras paipai han perfeccionado la ornamentación de manchas artísticas, un tanto caprichosas, con base en el manejo magistral de la quema, aunado al brillo natural de la mica que, al quemarse, crea puntos dorados. Utilizan metate, plato y trapo, paleta de madera y yunque, piedra de río lisa y hoyo en la arena para la quema.
Se mezcla el polvo con agua para amasar el barro, formando una tortilla que se coloca sobre el plato y la tela. La pieza se forma a partir de rollos de barro, girándola para adelgazar las paredes. Se alisa por dentro y por fuera con la técnica de la pala y el yunque (común entre los grupos de la región yumana). La quema se realiza con una sola cochura en un horno improvisado: se cava un hoyo en la arena, donde se coloca la pieza entre pedazos de yuca, y se enciende. La producción para venta al turista se distingue por un mayor cuidado en la calidad de las piezas. Se desconoce el impacto que el incremento de esta producción pueda tener, por carecer de inventarios de las poblaciones de yuca.